martes, 3 de marzo de 2015

Coníferas

Deben haber pasado la friolera de 30 años desde que mi padre se presentó en casa con un abeto por Navidad. Aquello puso fin a la costumbre de adornar una rama de pino y de manera tan simple pasamos del delito ecológico (desconozco de dónde sacaba mi padre aquellas ramas de pino, pero el hecho de que siempre apareciesen de madrugada en el salón de casa no me da buena espina) a un modelo sostenible muy precoz para la época. El abeto se adornada (casi siempre de más), se cuidaba lo posible para que la tórrida calefacción no lo dejase sin una hoja antes del día de Reyes, y llegado el 7 de Enero se plantaba en el jardín familiar. Diría que cuando empezamos éramos una rareza. Fuera de viveros, y a veces dentro, era complicado encontrar un abeto. Con el tiempo los ha habido a granel hasta en los centros comerciales, con picos de especial virulencia en los que por Navidad parecía haber un abeto en cada esquina de la ciudad. Lo que había eran abetos repicados, claro, que viene a ser como comprarse una lechuga con acículas... el tiempo que van a tardar en ponerse mustios es parecido. Y así el año nuevo arrancaba con un palo seco en cada esquina de la ciudad. Y en nuestro salón, porque ni los mejores cuidados consiguen que un abeto que no tenga una buena raíz sobreviva en un salón de casa. Ni posiblemente en el mejor de los jardines. La moda pasó, ahora se imponen los abetos de plástico, aunque algunos abetos repicados quedan, y también de los otros, de los enraizados que dan mucho mejor resultado, dónde va a parar. 
Desde aquel primer abeto hasta ahora ha habido otros muchos. Primero en el jardín de mis padres y luego en el mío. Y algunos, como aquel de hace treinta años, son ahora árboles de una vez de los que uno difícilmente podría decir que en algún momento hayan pasado unas navidades en un piso soportando quince kilos de guirnaldas y bolas de colores. Puede que sea por esa costumbre familiar por la que el abeto y las coníferas por extensión estén entre mis árboles favoritos. Desde el momento en el que nos compramos una parcela, tuve claro que quería dedicar un trocito a las coníferas. Trocito que al final ha sido una cuarta parte de la parcela. Gracias a internet he conseguido especies con las que cuando era un chaval no me atrevía a soñar. Y todavía no he abordado el cultivo desde semillas, entre otras cosas porque me estoy quedando sin sitio y hay que empezar a pensar en parar. Poquito a poco, mis bosquete (el -ete lo impone el tamaño del bosque y de los árboles) ha ido contando con más y más especies, y al hacer recientemente un recuento me he quedado algo asustado de mi monomanía. Ya tengo más especies de las que aparecen en algunas guías de árboles de andar por casa. A día de hoy: 

Abies alba, Abies balsamea, Abies cephalonica, Abies concolor, Abies fraseri, Abies homolepis, Abies lasiocarpa, Abies magnifica, Abies nordmanniana, Abies numidica, Abies pinsapo, Abies procera, Abies veitchii, Abies x masjoanis, Cedrus atlantica, Cedrus atlantica Glauca, Cedrus deodara, Cedrus libani, Cunninghamia lanceolata, Cupressus sempervirens, Juniperus communis, Juniperus thurifera, Larix decidua, Larix kaemferi, Picea abies, Picea omorika, Picea orientalis, Picea pungens, Picea wilsonii, Pinus cembra, Pinus flexilis, Pinus heldreichii, Pinus koraiensis, Pinus nigra, Pinus pinaster, Pinus pinea, Pinus strobus, Pinus sylvestris, Pinus uncinata, Pseudotsuga menziesii, Sciadopitys verticillata, Sequoia sempervirens, Sequoiadendrom giganteum, Taxodium distichum, Taxus baccata, Tsuga canadensis

Qué quieren que les diga, algún graciosillo malicioso podría decirme que podríamos llamarlo el bosque del hombro, porque la mayoría de estos árboles es a lo que aspiran, a llegarme a la altura del hombro... pero el tiempo cuenta a mi favor, y como alguno se me pase de gracioso empiezo a hablar de mi Pinetum. 


3 Pícea abies (lo que en España llamamos Abeto de Navidad), un Abies nordmanniana y un Abies pinsapo.
 Estos cinco árboles se corresponden con nuestras primeras cinco Navidades en nuestro terruño.  
De izquierda a derecha Abies nordmanniana y dos Picea abies. 
Contrastes que hacen que todas las horas de pico y pala merezcan la pena. 
De izquiera a derecha: 2 Picea abies, Abies nordmanniana, Abies pinsapo sobre fondo de encinas. 
Picea pungens. Por detrás asoma un Abies balsamea y al fondo Pinus nigra y Pinus sylvestris
Las acículas azuladas de la Picea pungens
Abies x majoanis, un híbrido de las dos especies nativas en España.
Surgió en la masía de Masjoan por la fecundación de piñas de un Abies pinsapo con el polen de Abies alba. 
De izquierda a derecha: Picea pungens, Abies concolor, Pinus flexilis, Picea wilsonii
Detalle de Abies concolor. Este árbol me lo encontré perdido en un vivero en Valladolid. 
Pinus strobus
Pinus sylvestris y Pinus nigra. Miles de hectáreas de estos árboles de repoblación nos rodean. 

Pinus nigra
Pinus sylvestris
Sequoia sempervirems, creciendo (poco) al límite de su tolerancia por frío y falta de humedad
Cedrus atlantica. Uno de los primeros árboles que planté y uno de los primeros que un corzo destrozó.
 Pero se recupera, poco a poco se recupera.
Nieve sobre Larix decidua. Un árbol que es un estallido de color en primavera y otoño.
¿Por qué no tengo fotos suyas de esas fechas? No lo sé, es un misterio.
Nieve sobre Cunninghamia lanceolata, árbol al que no le vaticino un prometedor futuro con nosotros.
No parece llevarse bien ni con nuestros fríos, ni con nuestros calores, ni con nuestro suelo. 
Sciadopitys verticillata, que por ahí llaman Pino sombrilla del Japón.
El único árbol hasta la fecha que en mi terreno ha sufrido problemas de clorosis férrica. 
Detalle de Pícea abies
Detalle de Cedrus atlantica
Detalle de Sequoiadendrom gigateum, uno de mis fracasos. No hay forma de que crezcan.  
Pseudotsuga menziesii, el famoso Abeto Douglas. 
Detalle de Abies concolor.
Pinus flexilis Vanderwolf Pyramidalis. Un árbol precioso que se está desarrollando muy bien
Tsuga canadensis, un árbol que está creciendo sorprendentemente bien en nuestro clima.
Pinus cembra
Juniperus communis. Este no tengo que sembrarle, nacen solos por la zona.
Pinus pinaster.
Un árbol colonizador en tantos y tantos arenales de nuestra Castilla que en mi parcela sufre con la arcilla. 
Abies cephalonica, una especie muy parecida a nuestro Pinsapo y procedente de Grecia

6 comentarios:

  1. Ohh ¡¡tienes un Tsuga canadensis!! mi madre es de la tierra donde estos se crían y recuerdo con cariño tener que quitarme sus acículas secas de los pies todos los veranos, cuando se me pegaban por salir con los pies mojados del lago en el que nos bañábamos. Quizás lo pruebe ahora que veo que a ti te está funcionando bien :)

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    1. Hola Lisa. Qué gran recuerdo. Las acículas secas de mi niñez eran de pino piñonero :-). En los jardines de la Granja vi hace años algún ejemplar de Tsuga, y ahí me animé a probar. En principio necesitan mucha humedad, pero de momento la mía parece sana en nuestro clima. Me encantaría tener Tsuga heterophylla, pero creo que es aún más exigente.
      Saludos

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  2. Hoy he visto en viveros corma de Madrid esta rareza:
    http://es.wikipedia.org/wiki/Wollemia

    Parece que resiste ciertas heladas. Una novedad interesante.
    Por cierto. Veo que te falta el T. Mucronatum. hay alguno en Madrid y es increíble.
    un saludo

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    Respuestas
    1. Hola Raúl. La Wollemia es un árbol que me llama mucho la atención por la historia que tiene y por su aspecto. Hasta el momento los había visto a precios bastante elevados (es un árbol de producción muy reciente y creo que al principio parte del dinero de su venta se destinaba a la conservación del pequeño bosque australiano donde localizaron la especie). Y además su resistencia a las heladas es limitada y en mi parcela algunos años tenemos heladas muy severas. Si ya se ven por viveros puede que empiecen a abaratarse. Si lo encuentro a un precio normal probaré.
      Taxodium Mucronatum es un árbol que desconozco bastante y no me suena haberlo nunca disponible en viveros. Pero tienes razón en que es espectacular. El ejemplar del Retiro, ese que dicen que ya utilizaron las tropas de Napoleón para soportar un cañón, es un árbol espectacular.
      Saludos

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