Jardín diseñado por el estudio de paisajismo doxiadis+. Foto de Clive Nichols |
(If you prefer to read this interview in English, you can find it in the following link: Interview with Thomas Doxiadis)
Mientras escribo estas líneas superamos la segunda ola de
calor del verano. De nuevo cuarenta grados al sur de Madrid. Aquí, 100 km al
norte y más de mil metros de altitud sobre el nivel del mar alcanzamos los 37. Estos días los periódicos publican un estudio de un instituto
de investigación suizo que concluye que en el 2050 el clima de Madrid será
similar al clima actual de Marrakech. Tampoco necesitamos ponernos
apocalípticos. Ya hace mucho calor, demasiado calor, en el centro de España. Mi jardín se estresa con estas condiciones y
yo me estreso con él. Averías en el sistema de riego, despistes y plantas que
terminan por morir pese a todos los cuidados del mundo, me mantienen en un
perpetuo estado de zozobra. Cada año por estas fechas me propongo dejar de
sufrir y abordar un replanteo serio de lo que debería ser este jardín. Me pregunto si no estaré cometiendo el mismo error que tantas veces he criticado. Porque en
España seguimos un planteamiento de la jardinería un tanto ridículo. En lugar
de mirar a modelos de referencia propios y válidos (véase la Alhambra de
Granada por ejemplo) hemos girado la vista a nuestro vecinos anglosajones y sus verdes
extensiones de césped. No tengo nada en contra de una pradera de césped en
zonas pensadas para jugar, tener un agradable picnic o disfrutar de una buena
siesta, pero que el núcleo estético de nuestros jardines sea cubrir toda la
superficie posible de césped, es un absurdo climático. Desde la administración
se nos machaca con el mensaje del ahorro del agua pero todavía no he visto un
sitio donde por ley se exija cambiar el césped de las rotondas por una buena plantación de tomillos y romeros. Esto de sembrar césped en las rotondas y medianas es el mejor ejemplo: hierba en un lugar que solo va a ser pisado por el jardinero condenado a pasar el cortacésped todas las semanas. Siempre he creído que los jardines de estilo
naturalista venían a ayudar a resolver este problema y es cierto que lo están
haciendo. Hay grandes paisajistas diseñando jardines bellos y
considerablemente más eficientes y resilientes en nuestro clima. Pero la
espectacularidad de los jardines de algunas figuras internacionales del
movimiento de vivaces, han hecho que algunos, entre los que me incluyo, hayamos
vuelto a equivocarnos. No queremos jardines paisajistas ingleses pero queremos
plantaciones naturalistas holandesas. En realidad podemos tener las dos cosas, un jardín
paisajista o un jardín naturalista, pero basándonos en otras referencias. ¿Por
qué no fijarnos en nuestras dehesas y nuestros montes como modelo de referencia? Y si queremos
plantaciones naturalistas sin vivir pegados a una manguera, la garriga
mediterránea será mejor fuente de inspiración que una pradera del norte de
Europa.
Hay un aspecto práctico en esto (reducir el riego será una fuente de
tranquilidad), un aspecto ecológico (el agua es un bien de altísimo valor en
nuestro clima) pero también una vertiente algo más filosófica. Soy un firme
defensor de la idea de que la jardinería es una de las mejores herramientas
para la sostenibilidad de nuestros paisajes. Tener cerca jardines bellos nos
hará más sensibles a la belleza que nos rodea. Y la sensibilidad es el primer
paso para el cuidado. Pero esto por supuesto sólo sucederá si los jardines
responder a marcos de referencia que nos encontremos más allá de la valla del
jardín. Si nuestro modelo de referencia son exuberantes plantaciones de
echinaceas y rudbeckias, posiblemente nuestras jaras y lavandas no van a
terminar de enamorarnos. En el congreso de paisajismo que se celebró el año
pasado en la universidad Rey Juan Carlos, James Hitchmough y Olivier Filippe
dieron dos interesantes charlas, cuyo mensaje giraba alrededor de una única
idea: debemos ser conscientes de cuál es nuestro clima, y en lugares como España, debemos mentalizarnos de que gran parte de nuestro país responde a unas condiciones climáticas
esteparias cuando no semidesérticas. En un momento de la charla, Olivier
Filippi no sé si percibió cierto escepticismo entre los asistentes, pero detuvo
su charla y preguntó señalando la imagen de un paisaje mediterráneo que estaba
proyectando: ¿le gusta esto?... porque quizás no tengan otra opción en el
futuro. Esa es la clave, tenemos que aprender a disfrutar de la belleza que
contienen nuestros paisajes. Todos tenemos en nuestra cabeza una idea muy
particular de lo que es un jardín bello, pero esa idea también se puede
moldear. De la misma manera que Piet Oudolf nos enseñó a apreciar la belleza de
las estructuras de las plantas muertas durante el invierno, otros autores están
tratando de hacernos ver la belleza que hay en la sequedad estival de nuestros
arbustos y vivaces mediterráneas.
En las últimas semanas he tenido acceso a una entrevista
y un jardín que me van a permitir incidir en el tema. El jardín lo veremos en
una futura entrada, pero esta va dedicada a la entrevista realizada por Elita
Acosta a Thomas Doxiadis para la revista Verde es Vida. Thomas Doxiadis dirige
el estudio de paisajismo doxiadis+ cuyo eslogan ya es toda una declaración
de intenciones: Designing for Symbiosis. Doxiadis apuesta claramente por una
aproximación a la jardinería desde el máximo respeto a los paisajes
mediterráneos que han sido bellos durante milenios de convivencia entre el ser
humano y su entorno. Pero en la entrevista él lo explica mucho mejor de lo que
lo puedo hacer yo. Las naturales limitaciones de espacio de una revista en
papel no permitió a Verde es Vida publicar íntegra todo la entrevista, y quiero
dar las gracias a Elita Acosta por permitirme reproducirla. Creo que es de gran
interés y sería una pena que no fuese publicada en su integridad. Muchas
gracias también al estudio de paisajismo doxiadis+ por las fantásticas fotos
de su trabajo que me han permitido usar. Creo que estas imágenes valen más que todo
lo que pueda escribir para ayudarnos a entender de lo que estamos hablando.
Entrevista a Thomas Doxiadis realizada por Elita Acosta
Debido a la estructura de nuestra práctica, en la que
gestionamos varios proyectos al mismo tiempo, tenemos proyectos en diferentes
zonas del mundo. Nos centramos principalmente en el Mediterráneo, pero al mismo
tiempo tenemos dos proyectos en Estados Unidos, dos en Portugal y uno en
Austria. A través de todos ellos intentamos aprender más sobre
paisajismo y mejorar en lo que hacemos.
La mayoría de los proyectos que nos encargan tienen
que ver con la integración de los usos contemporáneos en paisajes tradicionales
o históricos. Nuestra visión, en general, es que el mundo es un lugar muy
precioso y hermoso tal y como es y nuestro trabajo como arquitectos paisajistas
no es convertirlo en un lugar diferente, sino asegurarnos de que, en la medida
de lo posible, los valores del lugar sean reconocidos, preservados y
desarrollados. En los casos en que se están produciendo nuevos usos, por
ejemplo cuando tenemos un paisaje agrícola típico que se convierte en un
paisaje principalmente turístico, lo cual está pasando extensivamente aquí y
también en España y Portugal, es decir, en todo el Mediterráneo, lo que hacemos
es asegurarnos de que la síntesis de los antiguos y nuevos usos se realice de
la forma menos perjudicial posible, pero al mismo tiempo que se abran nuevas
posibilidades para el futuro.
No se trata sólo de la preservación, sino de una dinámica
en la que las cosas se unen, en lugar de que una sustituya a la otra. Un
proyecto que sigue siendo importante e interesante para nosotros es el trabajo
que estamos haciendo en Antiparos, lo que llamamos paisajes de cohabitación,
que avanza a medida que se construyen más y más casas, entre dos y tres nuevas
casas por año. Con cada nueva casa aprendemos más. Actualmente con este
proyecto estamos utilizando más especies nativas y tenemos que llevar a cabo
proyectos de investigación en colaboración con el Departamento de Botánica de
la Universidad de Atenas y con pequeños viveros locales para identificar las
plantas que se van a utilizar, propagarlas y también para convencer a los
clientes de que el proyecto debería ser un "proyecto de
investigación".
Algunos clientes aceptan la premisa medioambiental y la
teoría "sigue la corriente" y están realmente satisfechos con el
resultado. Hay casos en los que convencemos al cliente y hay otros en los que
el cliente dice que, aunque por supuesto quiere especies locales y que son
sensibles al medio ambiente, no les gusta el resultado: en sus mentes tienen
una idea más tradicional de lo que es un jardín, un lugar "hermoso"
verde y con flores durante todo el año, y solo muy lentamente se dan cuenta a
lo largo de los años de qué es en realidad lo que querían. Así que funciona en
ambas direcciones, tanto desde el éxito como desde el fracaso.
Jardín diseñado por el estudio de paisajismo doxiadis+. Foto de Clive Nichols |
En la página web de Doxiadis+, su estudio de arquitectura y paisajismo, leemos que su diseño se basa en principios de ecología ambiental y paisajística. ¿Es eso compatible con tener un jardín bello? ¿Se necesita adoptar una nueva estética en la jardinería?
Los jardines y los paisajes tienen diferentes
significados para diferentes personas. En algunos casos casi hay que llegar al
psicoanálisis, y por supuesto entender al cliente también es parte del trabajo del diseñador. Una de nuestras ventajas es que hacemos cosas que pensamos que son
buenas para el paisaje, pero a veces el cliente no está tan contento como
nosotros. Así que tenemos que aprender lo que la gente quiere y ver cómo
"hacer que se lleven bien".
Algo que tiene más que ver con las percepciones son las diferentes
ideas que tiene la gente sobre lo que es hermoso, lo que es tranquilo y su
propia idea del paraíso. Para algunos el paraíso es natural, mientras que para
otros está hecho por el hombre y tiene flores y se parece más a un jardín
tradicional. En este caso tenemos que respetar el sentido de la belleza de las
personas, pero también moverlas en la dirección de ser capaces de encontrar la
belleza del entorno natural en sí mismo.
Jardín diseñado por el estudio de paisajismo doxiadis+. Foto de Giannis Kontos |
¿De dónde viene tu inspiración? ¿Del paisaje autóctono,
repleto de plantas tenaces, garrigas y tradiciones agrícolas? ¿De la historia
de la jardinería? ¿De otros diseñadores de jardines?
Somos un equipo polifacético, hay 26 miembros en el equipo
y más de la mitad de ellos son arquitectos paisajistas, cada uno con su propia
inspiración. Así que, por un lado tengo mi propia inspiración y por otro, está
lo que sale de nuestra oficina como resultado del trabajo en equipo. No nos
fijamos mucho en el trabajo de otros diseñadores. Nuestra primera inspiración
es el paisaje existente y la segunda es una forma de ver las cosas un poco más
científica y un poco menos estética. Estoy profundamente influenciado por los
principios de la ecología del paisaje, trato de hacer que la ecología del
paisaje sea emocionante y convencer a la gente de que es algo práctico, posible
y bueno - esa es nuestra inspiración más que cualquier otra cosa. Dicho esto,
todos hemos estado en escuelas de paisajismo y todos leemos revistas y vamos a
exposiciones, así que, por supuesto, estamos influenciados por lo que está
sucediendo. Sin embargo, nos gusta la emoción del descubrimiento, en lugar de
pensar que el diseño es algo que se copia de otra persona, es algo que se
descubre uno mismo. Por supuesto que estamos influenciados por todo lo pasado y
todo lo de aquí.
Jardín diseñado por el estudio de paisajismo doxiadis+. Foto de Giannis Kontos |
Hablemos de su proyecto Paisajes de convivencia,
finalista el año pasado en el Premio Internacional de Paisaje Rosa Barba.
Después de miles de años de existencia, los bellos paisajes griegos se
enfrentan ahora a grandes transformaciones, ya que la economía turística está
sustituyendo a la agricultura y la ganadería. ¿Cómo construir sobre estos
paisajes de gran belleza y sensibilidad sin destruirlos?
Un proyecto es una combinación de varios factores. El
primer factor es emocional: un profundo amor por los paisajes históricos
mediterráneos que existen desde hace miles de años y el horror de verlos
destruidos por hoteles, aeropuertos, miles de villas y carreteras, toda esta
nueva infraestructura turística. En los años 80 y 90, cuando se produjo un gran
desarrollo, con una transición de paisajes casi completamente prístinos a
completamente desarrollados, sufrimos un tipo de respuesta emocional, casi
podría llamarlo dolor, que fue una guía muy fuerte para nosotros. Así que
cuando el constructor me llevó por primera vez a la zona, mi primera respuesta
fue pensar que aquello era muy hermoso y que íbamos a destruirlo, lo que me
hizo sentir bastante molesto. Del reconocimiento de la belleza y la respuesta
emocional de la inminente destrucción surgió el desafío de si sería posible
llevar a cabo este proyecto con sensatez, para que lo nuevo coexistiera con lo
viejo en lugar de destruirlo.
Así que desde el primer punto emocional pasamos a un
punto práctico para ver si era posible realmente y, en caso afirmativo, cómo
hacerlo. Al ser finales de los años 90 y principios de los 2000, no había
muchos ejemplos de enfoques estructurales y ecológicos, especialmente en el
Mediterráneo (de los que yo tuviera conocimiento). En lugar de mirar otros
ejemplos, tuvimos que aprender desde el principio.
Entonces, ¿qué causa la destrucción? Lo primero son los
caminos de construcción que cortan las laderas de las montañas y dejan
cicatrices que son imposibles de superar. ¿Cómo tratar estas carreteras dejando
el menor daño posible, o dejar el daño y que este daño pasara a formar parte
del nuevo diseño? La misma pregunta se aplica al área de construcción de la
casa. Era necesario repasar los diversos aspectos del diseño para ver cómo
podíamos minimizar la perturbación o mitigarla después de que ocurriera.Jardín diseñado por el estudio de paisajismo doxiadis+. Foto de Giannis Kontos |
En este proyecto se desarrollaron dos nuevas estrategias de plantación: una sobre el patrón y otra sobre la densidad. ¿Podría explicárnoslas?
Los arquitectos desarrollan estos nuevos edificios, que
se supone que se introducen muy ligeramente en el paisaje y causan poca
destrucción, pero en realidad el proceso real de construcción es un proceso
bastante destructivo debido a los movimientos de tierra, etc. Como paisajistas
intentamos camuflar lo que se ha hecho y hacer que parezca que la naturaleza
siempre ha estado allí y nunca ha sido perturbada.
Esto parece fácil de hacer, pero no es así por varias
razones. Una es que las plantas nativas no estaban disponibles en el mercado
cuando comenzamos el proyecto, por lo que tuvimos que encontrar plantas de
formas y colores similares y todo lo resistentes a la sequía que fuera posible,
para luego reemplazarlas con plantas nativas del vivero local.
Incluso si usted tiene las plantas nativas, no podríamos
encontrar inmediatamente una manera de copiar o replicar los patrones que
existen naturalmente. Si miras a tu alrededor, nunca es completamente
aleatorio. Hay muchas condiciones locales como cambios en el suelo, en el
aspecto, en la pendiente y las especies de plantas compiten y colaboran entre
sí. Nos fijamos en las distintas especies de plantas en la naturaleza, en cómo
colaboran y luchan entre sí.
Rechazamos un modelo de tener bloques de plantas
idénticas. Tratando de replicar estética y visualmente los patrones existentes
establecimos un sistema basado en mezclas porcentuales, donde cada área tiene
especies vegetales en un cierto porcentaje: por ejemplo, la especie vegetal A
tiene un 40%, la especie B un 30% y la especie C un 30%. Justo al lado de esa
área, usábamos las mismas especies de plantas, pero los porcentajes cambiaron.
Si se considera como un mosaico de bloques, el cambio es gradual de uno a otro
y se añaden o eliminan especies a medida que se avanza, lo que resulta en el
mismo tipo de gradiente que se obtiene en la naturaleza.
En cuanto a la densidad, así como a los patrones,
incluimos un aspecto más que tiene que ver con el riego. Los paisajes naturales
mediterráneos se secan en verano, no llueve, las plantas adquieren hermosos
colores de tonos marrón y gris. Sin embargo, esto nos lleva a lo que mencioné
antes sobre lo que cada persona piensa que es hermoso, un jardín del Edén, y
como los clientes visitan estas casas en medio del verano no quieren ver todo
seco; quieren ver algo que sea más verde y con más color.
Por supuesto que no estamos trabajando solos en esto,
trabajamos con los arquitectos y todos estamos convencidos de que queremos
integrar las casas y el proyecto en el paisaje y no crear algo que parezca que
ha aparecido desde el cielo y está completamente fuera de lugar. De ahí que los
arquitectos diseñen casas basadas en el paisaje establecido. Si las casas están
rodeadas de un jardín colorido y bello y luego más allá todo está seco,
entonces en lugar de camuflar las casas en el paisaje hemos colocado un anillo
verde brillante alrededor de algo que está tratando de fundirse con el paisaje. Ante esto, al regar no sólo se está siendo antiecológico
sino que se está destruyendo el proyecto y el esfuerzo del arquitecto y del
promotor por integrar todo en el paisaje. Así que cuando el promotor quiere que
todo sea verde, nos preguntamos cómo puede ser posible y que las casas no
destaquen, como un semáforo verde. Nos preguntamos si sería posible tener una estrategia de
riego que luego desaparezca en el paisaje y de ahí surgió la idea de la
densidad.
Si una zona regada limita con una zona no regada se
obtiene una línea muy clara, hay una zona verde seguida de una zona marrón y
otra gris y se ve terrible. Lo único que pudimos encontrar como estrategia fue
que las plantas plantadas artificialmente que están cerca de las casas se
planten cerca unas de otras, y luego, a medida que te adentras en el paisaje,
comienzas a espaciarlas cada vez más. Al hacer esto permites que las plantas
nativas se establezcan entre ellas. Por lo tanto, como sólo un porcentaje de
las plantas son irrigadas y a medida que avanzas cada vez menos plantas son
regadas, la transición es mucho más suave. Con esto hay dos ventajas: una es difuminar la línea
visual y estéticamente ya que no hay una línea dura entre el verde y el marrón
y la otra es que permite un sistema de regeneración natural, que ecológicamente
es la mejor manera de integrar algo en el paisaje. Esto permite a la naturaleza
tomar el control sin tener que hacer plantaciones artificiales.
Jardín diseñado por el estudio de paisajismo doxiadis+. Foto de Marianne Majerus |
Jardín diseñado por el estudio de paisajismo doxiadis+. Foto de Clive Nichols |
Nos gusta mucho su proyecto de paisajismo en Porto Heli.
Por favor, ¿podría decirnos cuáles son sus características principales? ¿Qué
plantas has plantado en él?
Aquí utilizamos un enfoque similar, aunque no una réplica
exacta. Se trata de una promoción hotelera comercial en la que se quiere que el
huésped se sienta parte del lugar, totalmente integrado. Pero como un hotel
todo está a una escala mucho mayor, se necesita mayor variedad de experiencias,
por lo tanto, trabajar con más tipologías de paisaje.
Una vez más, el proceso fue similar, en primer lugar,
observando lo que ya existía en el paisaje circundante y encontrando formas de
introducirlo como parte del paisaje hotelero. Para este proyecto el paisaje tenía más variedad. En
Porto Heli teníamos una agricultura activa y mucha más variedad de paisajes con
cinco tipologías principales. Estas tipologías eran: grandes campos de trigo;
grandes olivos y algarrobos que daban sombra a las ovejas; en zonas más
protegidas olivares más densos; zonas con viñedos; comunidades de plantas
autóctonas mediterráneas y, por último, el bosque de pinos autóctonos.
Nos preguntamos cómo utilizar mejor estas diferentes
tipologías de paisaje y hablamos con los diseñadores del hotel sobre cómo
incorporarlas en el paisaje que rodea al hotel. También tuvimos la idea de
pasar de algo muy parecido a un jardín cuidado, en el centro del hotel, y a
medida que uno sale de allí, las áreas se vuelven más y más salvajes y se
integran al paisaje. Las diferentes tipologías se convirtieron en elementos
alrededor del hotel: los campos de trigo, los olivos, el bosque de pinos en la
zona de la piscina. Una vez establecido el tema, nos preguntamos cómo podríamos
desarrollarlo.
Cuando se trataba de los árboles, tuvimos suerte porque
pudimos trasplantarlos. En lugar de comprar nuevos árboles, trasplantamos los olivos
y algarrobos y desarrollamos un nuevo método de trasplante para conservar más
de la corona sin tener que cortar todas las ramas. De esta manera los árboles
se veían como si siempre hubieran estado en sus nuevas localizaciones.También trabajamos con el arquitecto del hotel para
preservar la mayor cantidad posible de árboles existentes. Aceptó cambiar el
plan maestro y la posición de algunos de los edificios para conseguirlo. Esto significaba que teníamos muchos árboles viejos, ya
sea que habían sido trasplantados o que ya existían. Establecer el resto de la
vegetación fue relativamente fácil.
Una de las dificultades de la jardinería es que se trata
de organismos vivos; cuando se planta no es un hecho que la planta aceptará lo
que quieres que haga. Es posible que desee plantarlo en un lugar específico,
pero no le gusta y muere. Un proyecto hotelero debe depender de plantas que
sean resistentes y fáciles de mantener. Comercialmente hay algunas plantas que
son más resistentes y resistentes y que perdonan. Una de estas plantas es
Pistacia lentiscus, otra es Myrtus communis, también existen otras plantas.
Estas plantas están disponibles en las comunidades locales y en los viveros.
Otras plantas que tuvieron mucho éxito fueron las hierbas
silvestres. En el proyecto utilizamos trigo y cebada, como en la agricultura
tradicional, pero también utilizamos algunas de las hierbas silvestres locales
que son extremadamente resistentes pero también muy bonitas, por lo que también
hay una ventaja visual. Esto ayudó con lo que yo llamaría un proyecto de bajo
mantenimiento.
Jardín diseñado por el estudio de paisajismo doxiadis+. Foto de Giannis Kontos |
Jardín diseñado por el estudio de paisajismo doxiadis+. Foto de Giannis Kontos |
En el jardín de la isla Egea de Antiparos la plantación es muy diferente: menos plantas con flores (como las lavandas) y más suculentas, hierbas ornamentales, arbustos con hojas verdes y grises... ¿Por qué has elegido esas plantas? ¿Cuáles son las características principales de este proyecto?
Hubo dos etapas diferentes del proyecto. Desde las
primeras etapas la idea era utilizar plantas lo más nativas posible, lo que
también es una solución ecológica, pero en la fase inicial ninguna de las
plantas nativas estaba disponible en los viveros. Por lo tanto, tuvimos que
usar plantas comerciales que parecían plantas nativas: formas, tamaños y
sombras similares.
En la segunda fase, que se superpuso, trabajamos con un
vivero en la cercana isla de Milos para propagar y utilizar más plantas
nativas. Así que los cultivaban durante un par de años y luego podíamos usarlos
para los proyectos.
Jardín diseñado por el estudio de paisajismo doxiadis+. Foto de Clive Nichols |
En nuestro número de primavera entrevistamos a Olivier
Filippi, que defiende la jardinería de secano, incluso la irrigación cero, en
la zona mediterránea. ¿Comparte usted este principio? ¿No hay sistemas de riego
en sus proyectos?
Aquí podríamos volver a mencionar la estrategia de
densidad de la que hablamos anteriormente. Cada vez más estamos tratando de
conseguir que los clientes acepten una jardinería completamente libre de
irrigación. Sin embargo, estamos encontrando mucha resistencia, en parte de los clientes y en parte de los contratistas del paisaje que
están acostumbrados a tener un sistema de riego y especies específicas de
plantas.
La realidad es que los desarrollos suelen estar listos para plantar demasiado tarde en la temporada. Si quieres tenerlo libre
de riego necesitas plantar en noviembre y diciembre, pero en esos meses los
edificios están lejos de estar completos y estamos plantando en mayo o
incluso en junio, pero para entonces ya es demasiado tarde, es imposible estar
libre de riego, ya que las plantas morirán.
En la práctica del oficio, teniendo en cuenta cómo se
construye, es difícil dejar a las plantas secarse. Tenemos que convencer a los clientes
de que primero hagan un jardín seco, después plantar más tarde (después de que los clientes hayan ocupado su propiedad en el verano) y convencer a los contratistas de que hagan las cosas de
una manera a la que no están acostumbrados. Es muy difícil "empujar"
a todas estas personas hacia la ausencia total de riego.
Lo que hemos hecho mientras tanto, junto con Filippi y el
vivero local de Milos, es llevar a cabo un experimento en Milos con especies
nativas y algunas no nativas para probar lo que realmente sucede con
las plantas con el fin de ayudar a convencer a los clientes y a los
contratistas.
Por supuesto, no todas las áreas son igualmente secas o
húmedas, hay mucha variación. No es lo mismo decir que una zona está libre de
riego en el sur de Francia o en el Egeo: en el sur de Francia hay tres veces
más lluvia. Por lo tanto, no regar puede ser más fácil o más difícil.
En el Egeo Oriental las condiciones son muy duras porque hay una combinación de
altas temperaturas en verano, es muy seco y también hay mucho viento: ¡es como
un secador de pelo! Hemos realizado un experimento especial para averiguar qué
plantas pueden sobrevivir libres de riego en estas condiciones.
Libre de riego es en este momento para nosotros un
experimento, una meta, pero aún no es un resultado.
Jardín diseñado por el estudio de paisajismo doxiadis+. Foto de Cathy Cunliffe |
Jardín diseñado por el estudio de paisajismo doxiadis+. Foto de Clive Nichols |
Durante los últimos años hemos notado inspiradores
proyectos de jardinería contemporánea en Grecia (principalmente en la isla de
Corfú) por arquitectos paisajistas griegos como usted, o ingleses, como
Jennifer Gay, Alithea Jones, Rachel Waeving (autora del libro Gardens in
Corfú), Julie Toll.... ¿Hay realmente una tendencia significativa en la
jardinería contemporánea en su país? ¿Qué tienen en común los proyectos
mencionados?
Aunque existe una tendencia combinada hacia hacer las cosas de una forma más nativa, hay que tener en cuenta que en Corfú llueve seis veces más que en el
centro del Egeo, es decir, que hay una diferenciación local que hay que tener
en cuenta. Corfú es más "perdonador", por lo que te permite hacer más
cosas.
Jardín diseñado por el estudio de paisajismo doxiadis+. Foto de Clive Nichols |
Jardín diseñado por el estudio de paisajismo doxiadis+. Foto de Clive Nichols |
Para cerrar la entrevista nos gustaría que nos contara su
primer recuerdo de jardinería, y cómo el paisajismo se convirtió en su carrera.
Siempre he sido arquitecto de corazón. Fue cuando asistí
a la escuela de arquitectura en los EE.UU. cuando descubrí la arquitectura
paisajista como un campo profesional, pero yo no había oído hablar de esto en mi juventud Grecia. A medida que me enamoré más de ella, pasé de un enfoque
arquitectónico a un enfoque más natural.
En cuanto a por qué sucedió, creo que fue porque crecí en
una zona donde el paisaje es significativo. El Mediterráneo Oriental tiene un
paisaje muy bello; es muy variado, desde montañas e islas hasta condiciones
casi desérticas en algunos lugares. Es un paisaje que está muy cargado
históricamente; la gente ha estado trabajando estas tierras durante unos 7000
años o más. En cuanto a mi historia personal, durante los primeros
cinco años de mi vida crecí en el centro de la ciudad, luego durante los
siguientes 10 años estuve en el equivalente de un barrio residencial donde el
placer del fin de semana era salir a jugar en el jardín.
Grecia no tiene la misma tradición en jardinería que por
ejemplo la Francia feudal o Inglaterra. En Grecia, que es una sociedad más
tradicional, los jardines forman parte de la tradición agrícola, en la que la
producción se combina con el placer. Los
jardines son sobre plantas útiles, y también sobre el placer que proporcionan. Cuando hablamos con mis amigos todos tenemos los mismos
recuerdos del jardín de nuestros abuelos, que era casi como un patio, con un
árbol de cada tipo, de hecho como un pequeño oasis. Cada planta puede
suministrar algo para la cocina! Ha sido una combinación de cómo crecí, mi entorno y luego
ir a los Estados Unidos.
Jardín diseñado por el estudio de paisajismo doxiadis+. Foto de Giannis Kontos |
Hemos leído sobre su tesis en la Universidad de Harvard,
Designing for Democracy, que trata de la relación entre la forma espacial y la
función política. ¿Existe un potencial político en el diseño de espacios hoy en
día?
Mi interés inicial en la arquitectura está en la función
política del espacio; de hecho, todavía estoy interesado en eso. El mundo en el
que vivimos es el resultado de la forma en que funcionan las sociedades. Por ejemplo, un edificio del Parlamento lleva consigo un
cierto significado de poder, los espacios urbanos podrían ser un lugar donde la
gente se manifiesta y muestra sus frustraciones. Así que creo que hay una
conexión entre el espacio de diseño y la política y la sociedad, pero creo que
la conexión no se entiende del todo, es bastante complicada. Nuestras democracias occidentales no deben darse por
sentadas. La política y el diseño del espacio es muy importante.
Jardín diseñado por el estudio de paisajismo doxiadis+. Foto de Cathy Cunliffe |