Decía Borges que se sentía más orgulloso de los libros que había leído que de los que había escrito. A mí debe pasarme parecido, porque me siento orgulloso de los jardines que he visitado. La Quinta do Palheiro la visité en un viaje de hace cinco años a una isla que es la locura de un aficionado a la botánica. Madeira, tiene una posición geográfica y una topografía que le otorgan un clima subtropical oceánico privilegiado. Si a eso se une el hecho de ser un lugar de paso entre distintas rutas marítimas intercontinentales donde a lo largo de la historia han pasado multitud de marinos, misioneros, botánicos y otras hierbas de distintas nacionalidades, es fácil entender la justicia del sobrenombre de isla jardín que algunos le dan.
La Quinta do Palheiro Ferreiro o Blandy Gardens, son la obra de la familia Blandy desde 1885. Aunque, de manera previsible dados los autores y la época, tiene unos cuantos pequeños jardines formales de estilo inglés, en el libro The Garden Book de la editorial Phaidon, ponen el jardín como ejemplo del estilo salvaje de William Robinson. Después de un pequeño paseo por la zona del jardín bautizada con el significativo nombre de Valle del Infierno, no es posible discutir la afirmación.
El jardín me impactó especialmente por sus impresionantes ejemplares de árboles exóticos por estos lares. A continuación algunas fotos que tomé de algunos de ellos, como un Metrosideros excelsa nativo de Nueva Zelanda, un Pinus patula mexicano, Araucaria heterophylla y Dicksonia antartica australianas, Araucaria araucana chilena o Liriodendron tulipifera de Norteamérica. Un paseo por el mundo en cuatro fotos.